martes, 11 de noviembre de 2008

Lo [i]lógico.

Salir a la calle, escuchar pájaros mal sonantes y chocar con el abrasivo sol de verano. Coger el bus o simplemente caminar. Pasear por una ciudad que fue vaciada en días de antaño. Y los pájaros siguen ahí tan molestamente malsonantes. Miro uno pasar por arriba, para sorpresa un carroñero, para sorpresa, uno que ni suena. En silencio describe circunferencias imaginarias por el cielo y en ella enmarca las, pocas, nubes que sobrevivieron al corrosivo calor.

Llega el momento de parar, de ver la hora quizá. Que ya he llegado temprano a mi fin y no tendré más que esperar. Porque, eso es sencillo. Es como subir la escalera de una casa...


...de quinientos pisos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó esa ultima palabra, sobre la escalera de quinientos pisos...

Te cuidas Miguel

Karen dijo...

buenisimo =O

Lariloo dijo...
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